El pasado día 16 de diciembre fallecía en Tarazona (Zaragoza) a los 88 años de edad, SANTIAGO JURADO AMARO.
Quiero, hoy, rendirle este recuerdo público a quien después de más de 60 años fuera de BELMEZ recordando a su querido Cortijo Viejo donde vio la luz.
Lo conocí un día en el Moncayo hace más de 20 años, cuando regentaba un pequeño bar-restaurante. Al oirme hablar me dijo que yo no era aragonés por el acento. Entonces le dije dónde había nacido y él dio un brinco de alegría al decirle que era natural de Belmez. O sea de su mismo pueblo.
Fuimos juntos al pueblo en numerosas ocasiones. Se quedaba en casa de Frasquito, su amigo de infancia y de "mili".
Por ello, y por el amor que demostró por BELMEZ, traigo a colación las letras de las murgas que él recordaba perfectamente:
Tenemos un gran reloj
que da las horas marcadas
aquí en nuestro ayuntamiento
puesto sobre la fachada.
Aquí nadie se ocupó
en hacer por el pueblo algo
pero sí recuerdo yo
que es obra de Antonio Hidalgo.
Mientras este gran señor,
alcalde de esta ciudad,
con justicia y con honor
supo al pueblo gobenar-"
El artículo aquel del año 1987 se titulaba: Esta es mi gente y así es mi tierra.
Quiero, hoy, rendirle este recuerdo público a quien después de más de 60 años fuera de BELMEZ recordando a su querido Cortijo Viejo donde vio la luz.
Lo conocí un día en el Moncayo hace más de 20 años, cuando regentaba un pequeño bar-restaurante. Al oirme hablar me dijo que yo no era aragonés por el acento. Entonces le dije dónde había nacido y él dio un brinco de alegría al decirle que era natural de Belmez. O sea de su mismo pueblo.
Fuimos juntos al pueblo en numerosas ocasiones. Se quedaba en casa de Frasquito, su amigo de infancia y de "mili".
Por ello, y por el amor que demostró por BELMEZ, traigo a colación las letras de las murgas que él recordaba perfectamente:
Tenemos un gran reloj
que da las horas marcadas
aquí en nuestro ayuntamiento
puesto sobre la fachada.
Aquí nadie se ocupó
en hacer por el pueblo algo
pero sí recuerdo yo
que es obra de Antonio Hidalgo.
Mientras este gran señor,
alcalde de esta ciudad,
con justicia y con honor
supo al pueblo gobenar-"
El artículo aquel del año 1987 se titulaba: Esta es mi gente y así es mi tierra.
Esta anecdota, sobre el amor a las raices, se podrían trasponer a muchos belmezan@ ausentes.
Sus cenizas descansarán por expreso deseo suyo en las laderas de nuestro querido Castillo. Cuya foto estaba colgada en el salón de su casa.
Es el legítimo orgullo de que nuestro pueblo encierra unos valores que se pregonan allá donde se encuentre un hijo de nuestra tierra.
SANTIAGO como dice Goethe:"EN LAS CUMBRES HALLARÁS LA PAZ"
Paco Lozano Rivera
