viernes, 27 de julio de 2007

Historia de terrazas. Segunda parte.

LOS PINCHITOS
Mediodía de verano. Calor, mucho calor. Ni pajarillos en la calle. Pero la hora de la "cervecita" es sagrada. Hay que salir un rato. Con prisas por la calle buscando el fresquito del aire acondicionado del lugar de reunión, llámase Gran Bar, Casino, Hitama, Menfis (ahora Mesón Victoria) o Plaza. Bendita bofetada fría al abrir la puerta. "Un tubo, fulanito"; se pide con impaciencia en esos momentos en los que coger ese vaso helado y llevarlo a la boca se convierte en algo trascendental. Debe ser un fin de semana próximo a la feria porque el pueblo está repleto de gente.
La estampa se repite día tras día, lo normal es encontrar a la misma gente en el mismo lugar de la barra. Se discuten los fichajes del Madrid, el Barca, el Córdoba y el Recre. El tacto del Marca es ya áspero y caliente; a esas horas alguno ya ha recortado el trozo de página con el sorteo de la primitiva escondiéndolo en la riñonera.
De la cocina del bar salen algunas bandejas con queso y lomo para que todos, compartiendo, tomen un aperitivo. La velocidad de la bandeja entre los grupetos del bar varía de forma exponencialmente negativa a medida que pasa el tiempo. No hay que comer mucho que el gazpacho espera en la nevera de casa.
Cuando el bar está más lleno entra por la puerta otro acalorado paisano. Viste camiseta blanca con la publicidad de un taller mecánico de más arriba de Peñaladrones, una gorra verde, pantalones cortos con bolsillos, chanclas y una riñonera. Se sienta en la esquina de la barra, en ese lugar en el que los camareros tienen su espacio, y pide un "medio de vino".
Sólo hay un camarero detrás de la barra, lugar del bar en el que la temperatura es más alta por el calor que desprenden los motores de las neveras y la cercanía de la cocina que no deja de funcionar preparando bandejas de aperitivos. Ya han comenzado a sacar algunos calientes.
Fulanito, entre servicio y servicio toma un trago de cerveza con una mano en la cintura, suspirando tras el trago y moviendo la cabeza ligeramente a un lado y otro, acalorado y deseando que llegue la hora de cierre al mediodía soñando con el sofá y la siesta entreviendo algún documental. El calor de la freidora se siente en la barra y no deja de entrar gente.
Nuetro paisano ya tiene su medio de vino mientras fulanito le deja delante la última bandeja que acaba de salir de la cocina para que empiece a repatirla. ¡PINCHITOS!.
Fulanito sigue tirando cerveza fría casi con deseperación por el calor, alguna Coca Cola y un par de nestís'.
Mira hacia el final de la barra y se da cuenta de que la bandeja de pinchitos, la joya de la corona de los aperitivos del día, no se mueve. Nuestro paisano está dando buena cuenta de ella. La gente empieza a preguntarle a fulanito por los aperitivos, algunos han aguantado hasta esta hora para probar "los pinchos que he preparado pa' hoy", atendiendo al anuncio que nos ha hecho a lo largo de toda la mediodía fulanito.
La bandeja no se mueve y cada vez pesa menos. "MENÚA' SIESTA SE VA A ECHAR EL TÍO", se oye entre el "gentío". "CÓMO LE HAYAS PUESTO MUCHO ADOBO NO VA A TENER QUE ENCENDER EL VENTILADOR PA' QUE DE VUELTAS EN SU CASA", dice un desesperado cliente. "ESE REBUZNA HOY", bromea otro. "DALE UN POQUITO DE AGUA Y UN ALMAX FORTE VAYAQUE' LE SIENTE MAL"....
Fulanito no sabe donde atender. "La virgen, que se machaca medio kilo de carne".
................. y se los machacó. Con un medio de vino caliente.
Al camarero se le salen los ojos de las orbitas, llena un vaso grande de agua fría y después de beberselo de un trago, se dirige a la cocina y sale con un plato que tiene una naranja y un cuchillo. Todo el bar pendiente menos el devorador de pinchitos, que para terminar le había dado la vuelta a la gorra y se había quitado la riñonera.
Recorre todo elinterior de la barra y le deja el plato con la naranja encima de la bandeja vacía.
- ¿Y esto? - le pregunta extrañado con el vaso de vino en la mano.
- El postre, no vayas a pedirlo en tu casa cuando llegues.

2 comentarios:

JARA dijo...

yo ya sé que creo quien es, es Manolo el del meson Victoria, antiguo Menfis, o me equivoco?

Antonio Jesús Cobos dijo...

Efectivamente....